Seguridad vial Fundacion Mapfre

Este pasado mes de Julio el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE ha hecho público un estudio sobre la siniestralidad de las motocicletas. Este estudio ha sido realizado entre su cartera de clientes que aglutina a casi 300.000 motocicletas y cerca de 500.000 ciclomotores.

La Fundación MAPFRE dibuja el perfil de mayor riesgo en un menor de 25 años, con menos de un año de experiencia y que circula un viernes con una motocicleta de gran cilindrada. Parémonos a analizar estos datos.

Menor de 25 años con menos de un año de experiencia. El estudio indica que el riesgo de sufrir, en este primer año, un accidente es un 40% mayor que el segundo. Este dato no hace más que ratificar una inquietud del colectivo. La preparación para conducir una motocicleta es prácticamente nula al entregar el permiso de circulación. Lograr el ansiado carnet es un mero trámite que puede resultarnos más o menos complicado pero que, ciertamente, no prepara para lo que nos vamos a encontrar más adelante en la carretera. Una vez más, avalados por este tipo de estudios, nos vemos en la obligación de solicitar unas pruebas lógicas y realistas, sabedores de que nunca podrán sustituir a la experiencia. Del mismo modo, vemos la necesidad de incluir charlas específicas para la gente que se esté sacando el permiso. Estas servirían para dar, a quien quiere obtener el carnet, una visión en primera persona de lo que es andar en moto.

Que circula un viernes. Lo primero que llama la atención es el índice de peligrosidad del día. El viernes resulta el día con mayor siniestralidad, con una incidencia del 16’7%, seguido del jueves y del miércoles, con un 15’3% y un 15% respectivamente. El día de menor siniestralidad es el domingo, con un 9’9%. El sábado es el segundo día con menos índice, con un 12,2%. A priori, cualquier persona pensaría que el fin de semana es el periodo con mayor siniestralidad. Los números llevan a realizar otra lectura. La conducción de fin de semana va más relacionada con el ocio. Esto lleva a la elección de carreteras secundarias y al distanciamiento respecto a otros usuarios ajenos a las dos ruedas que, por lo general, suelen seleccionar las vías principales para sus desplazamientos ociosos. Vemos, por tanto, que los desplazamientos entre semanas (más unidos al uso “diario” de la motocicleta) son los que recalan mayor peligro. El viernes suele ser un día de mucho movimiento de vehículos al iniciarse el fin de semana y unirse este con los que regresan del trabajo. Debemos tener esto en consideración. Quizás somos “más conscientes” del riesgo de salir de ruta, con la consiguiente dosis de atención extra, que cuando usamos nuestra motocicleta para ir al trabajo o para hacer un recado entre semana. A este punto se le suma un dato más. En el 70% de los accidentes, siempre según el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE, el motorista no es “culpable”. No es la primera ocasión en que un estudio saca a la luz este dato. No nos gusta hablar de culpabilidad porque denota una intención de hacer. Preferimos hablar de desconocimiento por parte del usuario, por lo general, de coche. Es evidente que nadie hace una maniobra para provocar un accidente, lo que nos lleva a reclamar más campañas informativas para los conductores de automóvil. Campañas como la llevada a cabo por THINK! “Take longer to look for bikes”, que hace hincapié en acostumbrarse a mirar con más detenimiento ante la posibilidad de no ver a la motocicleta al primer vistazo, deben ser asumidas por la Administración como la mejor manera de reducir las incidencias en motocicleta. Trabajar por la concienciación común es la llave para frenar el goteo constante de accidentes por impacto entre dos vehículos.

Con una motocicleta de gran cilindrada. Se considera motocicleta de gran cilindrada a las de más de 500 c.c. Un vistazo a la lista de modelos de las marcas nos deja claro que la mayor oferta en todas las marcas está en cilindradas mayores de 500 c.c. Concretamente son varias las marcas que sólo disponen de modelos dentro de esta sección de cilindrada (Ducati, BMW, Harley, Triumph). Honda y Suzuki aportan un 66% y un 62% respectivamente. Aprilia, tiene una gran variedad de scooters, lo que lleva a que disponga de un 55%. Por último, Yamaha, con un 52’8% cierra esta lista (teniendo en cuenta en este dato que incluye una gran oferta en modelos cross de cilindrada máxima de 450 c.c.). A qué conclusión podemos llegar con estos datos. Que las marcas elaboran el producto que demanda el usuario y que, en nuestro país es preferentemente un tipo de moto polivalente que permita una autonomía considerable. La oferta se centra en motos de 500 a 600 c.c., es evidente. Lo que nunca se dice es que, independientemente de la cilindrada, la limitación actúa los dos primeros años de permiso. Este dato parece pasarse por alto cuando la Administración hace públicos sus números. Da igual la cilindrada si la potencia está limitada a 34 c.v, así que hablar de motos de gran cilindrada resulta, como mínimo, curioso. Últimamente se está hablando de limitar de fábrica las motos a una potencia máxima de 100 c.v., ¿es esta una solución? Desde el colectivo se pide lo que siempre pedimos; que sean soluciones amparadas en datos reales y no meras suposiciones. Pero siempre nos queda una duda, ¿por qué se habla de limitación por experiencia en las motos y no se hace lo mismo con conductores noveles en otros vehículos? En espera de una respuesta lógica, acompañada de datos objetivos, lo dejamos en el aire con miedo a que ocurra lo de siempre; actuaciones de cara a la galería y acabar experimentando con el usuario y, señores, los experimentos en casa y con gaseosa.


Para finalizar esta entrada, que mejor que sacar una conclusión. Tengamos cuidado siempre. Tratemos de pensar que somos los débiles en la carretera y que, si no ponernos mil y un ojos, cualquier despiste puede acabar en drama. Prestemos especial atención a ese uso rutinario que, en ocasiones, realizamos con la cabeza en otro sitio. Hagamos un poco de autocrítica y pensemos en nuestras actitudes de cara a otros usuarios. En definitiva, seamos concientes de que en la mayoría de los casos nuestra seguridad está en nuestras manos.